
Una historia interesante asociada con Westminster es la leyenda del Torre del Reloj de Westminster, comúnmente conocido como Big Ben. El torre del reloj se completó en 1858 y se convirtió en un símbolo icónico de Londres, pero no fue hasta 1859 que se instaló la campana.
La historia cuenta que la campana original para el torre del reloj se rajó durante las pruebas, lo que causó consternación a los funcionarios. Sin embargo, por suerte, descubrieron una solución en el lugar más inesperado: una fundición local.
La fundición de campanas Whitechapel había sido encargada de crear una nueva campana para el torre del reloj, pero debido a un error en las medidas, la campana resultó ser demasiado grande. En lugar de desecharla, los trabajadores de la fundición encontraron una solución creativa: la voltearon de lado y tallaron un pedazo de forma cuadrada en la parte inferior. Esto redujo el peso de la campana y, milagrosamente, produjo el tono perfecto.
La campana fue instalada en el torre y se la llamó „Big Ben” en honor a Sir Benjamin Hall, el Primer Comisionado de Obras en ese momento, que supervisó la instalación de la campana. El apodo se hizo popular y eventualmente llegó a referirse a todo el torre del reloj.
Hoy en día, Big Ben es uno de los monumentos más reconocidos de Londres y es un símbolo querido de la cultura británica. La historia de su creación es un testimonio de la ingeniosidad y la inventiva de las personas que lo construyeron, y sigue inspirando asombro y admiración en visitantes de todo el mundo.
